miércoles, 1 de agosto de 2012

HOMENAJE A HECTOR TIZÓN


Ayer 30 de julio falleció Héctor Tizón. Hoy le rendimos un sentido homenaje.


Dijo Héctor Tizón, en algunas oportunidades:

            …todos somos esencialmente ambiguos, salvo los tontos; porque somos dos o más personas: aquella que somos y la que queremos y no queremos ser, y a veces la que le plazca, por momentos, a nuestra imaginación.

            ... conmover ('compadecer', padecer junto) a los demás, llamarles la atención sobre aquello que va a morir porque tiene que morir, porque los tiempos cambian, (...) así los hombres como la tierra, las costumbres, los hábitos, la cultura. Un escritor debe huir del desamor o de la indiferencia. Si un escritor no se conmueve, o mejor, si su obra no conmueve, está muerto.

            La tarea de un escritor no es la de cambiar la vida sino la de reflejarla, fijarla y resucitarla para que los demás la observen una y otra vez, para que todos tengamos otra oportunidad; para recordar, para que, al verla de nuevo, tengamos la ilusión o la ilusoria chance de vivir otra vez. Para ser esta vez otros.

            La literatura no puede cambiar el mundo o la vida. Sólo puede llegar a ser un destello, un fogonazo, un graffiti, un escrito en el muro. Esto es todo lo que puede hacer un escritor para que ciertos momentos de la vida no mueran del todo y para siempre. En eso residen sus límites, pero también, quizá, su grandeza.

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