Soy lo que fuí y seré lo que soy.
La vida no es un destino,
es ruta para forjarlo,
Día a día, cada paso me acerca o me aleja.
Aprendí y enseñé a amar y ser amado,
prefiero sembrar que cosechar,
la siembra es dar, la cosecha recibir.
Estoy aquí,
mi tiempo mira su tiempo con ojos cuadrados; semeja la sabiduría de una lechuza, de vuelo suave y seguro.
La presa soy yo. No temo.
En el limbo de mi seguridad, vuelan ajenas y verdes, alas precoces, arrastrando sueños archivados en la memoria olvidada de un día aburrido.
Son los sueños que no he cumplido. Hoy soñé al despertar.
Ví una bandada de palomas alejándose de sus tristezas,
La pequeña luna al amanecer cabalga sola y las palomas son arrieras de corceles hechos de nubes.
Imaginaria y lejana, una sinfonía escrita en pedernal acompaña la vida.
La vida, maestra, me hizo abrumadoramente humano.
Eli Omar Carranza Chaves
No hay comentarios:
Publicar un comentario