miércoles, 20 de febrero de 2019

MORIRÍA SI LO QUE LLEVAS EN LAS ENTRAÑAS LO MALOGRARA EL VIENTO


Con mis ojos de enamorado que sin que tú lo notes,
te siguen huidiza, disimuladamente todo el tiempo;
soy el halcón que vigila tus benditos senos,
paloma que en silencio arrullas e inflas el buche.

Tu vientre tierno y primerizo
de un tacto suave y un color más blanco que moreno;
calladamente se va deformando hasta convertirse en cántaro,
con la presión que desde dentro le va dando el verbo.

Ah, si no te asustaras y yo pudiera referirte
el cosquilleo inexplicable que en mi alma siento;
y contagiarte mi alegría para que tu angustia santa
sea bondad y alegría todo el tiempo...

Bella criatura en tu cuerpo y en tu carne
es parte de mis deseos lo que se están cumpliendo;
así me llena de amor tierno tu sonrisa
y sufro por ti y por lo que llevas dentro.

Yo soy un labrador ante su preñada tierra
-y esa tierra amada es tu cuerpo-
labrador que se desvela y al creador le implora,
mirando suplicante al cielo con los brazos abiertos...!

Moriré acongojado y triste como un niño
como una hoja caída moriré en silencio;
si lo que hay depositado en tus entrañas,
como a una espiga preñada lo malogra el viento...

RAFAEL CHACÓN MARTEL      

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