LAS TENUES DIFERENCIAS

(Prosa Poética) 

Ella es mi mujer pero no cualquier mujer, no. Para la que me enerva con sus encantos, me mira y en sus miradas, soy de ella, enervado y nervioso y apasionado. Por su voz, la deseo con tantos y en tantos y le escribo mis versos en mi pasión y de sus besos intransigentes, susurra pasiones tan elocuentes en la brisa que brota de sus labios con el poder de amores y agravios, como tus hermosos labios que declaran a la luna sus enojos y te rozan tus miradas y se fijan en la ternura de tus ojos.
Ojos de hermosas miradas que aturden y me hace sentir en la cama, en tus almohadas blancas, de seda, con igual sensación al hacer el amor en la vereda, el aliento de tu piel, arropada con el sereno, sabio y valiente, mi corazón enamorado, bueno, sensible y sosegado. Somos los hijos de la noche en las estrellas, en el mar y sus derroches, como deseos de sentimientos así, como hogueras en la noche, como tu noche y la mía, llenos de nostalgias y melancolía por los besos y el cariño del amor de mi vida, el puro homenaje de amor, tan hermosa y humilde, orgulloso estoy de la mujer mía.

José Rafael Díaz -Puerto Rico-