lunes, 3 de julio de 2017

HOJAS ROJAS


Silencio.

Verticales,
ordenados cerebros
esperándonos...
Increpándonos.
Despertándonos.
.
Sección de historia:
1° derecha.
Con sus luces y sombras,
la biblioteca otorga
la plenitud del mundo
y su vergüenza.

Hojas.

El perfume sangrante
de las almas.
Letanía de las flores
del averno,
en el filo de las puertas
del infierno.

Hojas.

En el cáliz de la paz
de los sepulcros.
El perdido fierabrás
de mi amargura,
bajo el manto
de esta noche de locura.

Silencio.

Universo letal,
rojo aliento del ser,
heridas de ignominia.

La abyecta bendición
de los pecados,
inquina prelatura
sobre glóbulos rojos.
Aúllan las cicatrices
de las armas
en la sección de historia:
1° derecha.

Páginas.

Singladuras lapidarias.
Páginas.
Páginas.
Páginas...
¿Quién proclama
la piedad inútilmente?
.
Mírame Eva,
con tus ojos profundos:
¿Qué habría sido
de la humanidad
sin violencia?

Un sollozo letal,
intemporal,
de páginas inertes.
flagelándose.
¿Quién reclama la piedad
inútilmente?...

Negras sombras,
lágrimas hirientes,
puños afilados.
Salado torrente,
en el blanco del papel
inmaculado.

Tristes notas,
sonido sesgado.
Impresión yugular
en la inocencia
de sueños desgarrados.

Poetas:
¿Quién declama ya piedad
inútilmente?

Silencio.

La biblioteca gime:
Ese obsceno,
creciente,
ilegal,
asesino murmullo de sangre.

Jesús Sahuquillo Amoraga -Biblioteca de Quart de Poblet (Valencia)-

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