Junto a ti estaré siempre, cerca y lejos;
cerca como la rosa y la espina,
lejos como el mar y el cielo,
como el verso y la rima.
Estaré siempre junto a ti
porque riman nuestros nombres,
porque yo soy mujer y tú hombre,
porque yo te quiero a ti.
¡No! Tú y yo estamos lejos
porque yo te quiero y tú no me quieres;
estamos lejos como la montaña y el lucero
y somos diferentes como lo efímero y lo eterno.
Ortiga y rosa tú y yo, siempre
lejos y cerca estamos los dos;
lejos como enero a diciembre
y cerca como el devoto y Dios.
Es tonto pero aun así te quiero,
y te amo sacrosanto, cuando amarte es sacrilegio;
porque estamos cerca como el volcán y el hielo,
y lejos como la montaña y el lucero.
CARMEN DOMÍNGUEZ FLORES -MÉXICO-
Publicado en la revista Trinando 14
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