Una moda, un sentimiento,
un pasatiempo.
Los tiempos han evolucionado ya lo sé,
pero, ¿quién a los corazones ha transformado? Quisiera saber...
¿Sería cupido
que se ha corrompido?
¿Sería la abuela
que se cansó de vivir de apariencias
y a su vejez, hoy da rienda suelta?
¿Sería el anti-cristo que reencarnó
en Maluma, el que ahora entona
para llamar a la actualidad
a Sodoma y Gomorra?
Muchos son los culpables,
millones sus seguidores;
pocos los de buenos sentimientos,
"mixtiados" los arrepentidos,
que han jugado en algún momento
y puesto a prueba la exquisitez de su cinismo...
Galantes del falso léxico,
los que hoy prometen amor eterno,
mientras exclusivamente
llegan a ejecutar su cama intención...
Asimismo como el viagra,
después de sus cinco minutos de efecto;
de azul transforman su cara,
confirmando sus irónicas palabras:
“No estoy preparado para una relación seria",
dice el tío al satisfacer
sus tres segundos de hombría,
muriendo de risa su vacío interior.
Ellos creen que engañan al tonto
que cae en su telaraña,
seguido al amigo que presumen su hazaña, olvidando que han dado un like
al impulso de su karma.
Sumando un alto interés
que lo pagará en cuanto la vida
les corra factura...
Jugar al instantáneo amor
se ha vuelto una vaga tendencia,
como el SIDA que no pasa de moda.
Llegan los lamentos
cuando se les voltea la moneda;
sol o cara, la moneda ya fue regresada,
doliendo más al que cayó
en su misma trampa...
¿Qué somos?
Aún no lo sé
y ya no lo quiero saber.
Las palabras sobran
cuando los actos usan la camisa al revés...
CAROLINA AMAYA
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