To F, my son.
Llegaste con el viento cortante:
52º C.
Aroma del desierto,
entre los olivos de Volubilis
y los montes secos con pastores antiguos.
¿Qué sonaba por los minaretes?
¿Acaso fue tu llanto?
No, no era el tuyo.
Tú siempre tuviste la sonrisa colocada,
los ojos despiertos y el alma perfectamente corregida desde aquel vientre.
Entiendo que hubo alguien más que te tendía un lazo durante la espera.
¿Leila? ¿Dónde estará ahora?
También antes te lo tendieron.
Se sabe, eso se sabe.
Una pelota enorme de feliz llegada.
Contigo.
“Seremos muy felices”
mientras olía tu piel.
Contigo, el mundo sigue a pesar del polvo.
Contigo, un futuro de astros guiará nuestro rumbo.
Beatriz Pérez Sánchez (Barcelona)
Publicado en La Náusea
No hay comentarios:
Publicar un comentario