Era la esencia de toronja en la ropa recién lavada
que torcía el viento
la que me arrastró al pasado
como aliento de Dios
mi mente regresó nadando
donde comenzó, yo.
El origen del origen del origen
a 70 millas por hora
los insectos chocan contra el plexiglás
las vísceras se deslizan hacia la parrilla negra del olvido.
La Frontera espera
permeándose en el suelo seco y agrietado
y en el asfalto inundado de chapapote
ese es el camino a casa.
Espera un sacrificio
para relamer la mancha carmesí
de aceite de motor viejo y de fluidos de transmisión
de lo que una vez fue la húmeda fuerza de la acidez color rubí.
Hombres en fulgurantes chalecos anaranjados
y sombreros tejidos de paja
venden voces llenas de tinta a 50 centavos por escuchar
mientras están en medio de dos corrientes opuestas de
tráfico
a la orden de ojos rojos, titilantes, amarillos y verdes
de dioses nuevos.
A los dioses viejos les sacaron los ojos
hace años con brillantes y cegadoras luces en el cielo nocturno
que solo prometían el resplandor y el destello
que quemarían las retinas para que nadie tenga que ver
a la tierra engañar a la palma de la mano sudada
de Lujuria y Avaricia
Mas ahora vienen nuevos dioses
Han estado aquí
desde el falso amanecer
Demandan nuestros sacrificios.
Christopher Carmona -Estados Unidos
Compartido por Xánath Caraza
Publicado en Periódico de poesía 92
No hay comentarios:
Publicar un comentario