Llueve afuera, llora el cielo
por la pérdida de estrellas,
con gemidos de centellas
no ha encontrado su consuelo,
brilla todo por su culpa
en las sombras de la noche
con un pálido derroche
de susurros de disculpa,
que en el viento huracanado
se disuelven cual suspiros
que se llevan en sus giros
arrastrando su pasado.
Cada rayo grita fuerte
anunciando la derrota
de la calma que se agota
con temor a hallar la muerte
y ante cada nuevo trueno,
sus orejas agachadas,
sus pelusas erizadas
y de miedo todo lleno,
mi mascota se estremece
aullando bajo el lecho
con espíritu deshecho
porque su ánimo decrece.
Entre las piernas el rabo
mi perro pierde su honor,
lo ha dominado el pavor
y él que creía ser tan bravo.
Sergio Alejandro Camargo Patarroyo -Colombia-
No hay comentarios:
Publicar un comentario