martes, 1 de noviembre de 2016

ESOS DÍAS


el tiempo me castiga lo sé
son estos kilos estas arrugas estas páginas deshechas del calendario
y la ruda tarea de reconocerse
hay un hartazgo acechante siempre
y el látigo no podrá con todas nuestras penas
acá están los alaridos
ahí las muñecas sin cabeza
en los rincones quedan las colillas apagadas de los cigarros que todos fuimos
antes de la prohibición
hubo flama y ardimos
y en esa combustión pudimos reconocer
lo que somos de humo
y lo que podemos flotar en distintos espacios
llenarlo todo abarcarlo
pero el tiempo cae con sus vértigos imprecisos
y solos somos ceniza
aniquilados hígado y riñones
los pulmones negros
y los dientes amarillos amarillos dientes
en que fueron quedando nuestros años dorados
qué fue de nosotros
el álamo se ha ensanchado junto al cenote
y ya no guarda pájaros para nuevos amaneceres
giramos nuestras ramas con el viento
cargados de termitas donde una a otra cruzan las arrugas
y en el fondo
sabemos que fuimos niños estúpidos
que nos equivocamos tantas veces
y solo nos queda reír de la emoción
por saberlo:
hemos vivido

ADÁN ECHEVERRÍA -México-
Publicado en Periódico de poesía 91

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