“El amante lejano que sigue siendo ideal,
es una quimera que adquiere forma”
Víctor Hugo
Es una delicia percibirte.
Regocija el espíritu de este ávido y ansioso caníbal, paralizado ante una doncella desnuda.
Una ilusión hecha leyenda similar a aquella
Venus adorada por seis amantes legendarios de San Martino
Premiada tu belleza: avasalla tu imagen
Eres una daga filosa, flotando entre fragancias apacibles de invernaderos de azaleas y coro de madrigales
Capaz eres de herir y sanar con tu mirada.
Mantienes una luz tierna en un rostro descifrable y huidizo de rasgos pasionales.
Suspiras un deseo pudoroso, mientras tu cuello delgado y dócil, cae en el abismo perfecto de tus senos mansos y jactanciosos, cuya partición, orienta el camino para atrapar esa cintura firme y delgada que se agita excitada
Tu cadera abierta se ofrece generosa a mi cuerpo derribado decidido a ocupar ese vacío fascinante.
Es entonces, cuando exploré todos tus rincones
Todos tus espacios y habité esa morada deliciosa más oculta, sumido en un libertinaje compartido entre prejuicios vencidos ante glaciares o abismos insalvables y desconocidos.
Todo se cubrió de amanecer sigiloso donde luna y sol, fueron abolidos.
El tiempo se fugó, en el mismo instante que tus manos crispadas, cerraron el puño con fuerza, y tu cuerpo vibró encendido, hasta llegar al grito del triunfo, acompañada de una lágrima de gozo. Distinto es, al grito silencioso de Rudel cuando Melisenda posó por última vez sus labios, despidiendo la pasión nacida en el infinito
Fue solo entonces, cuando supimos, que: la sed de tu piel.... está saciada y la sed de la mía:
Colmada.
GUSTAVO VACA NARVAJA -Argentina-
Publicado en Estrellas poéticas 60
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