Tendiste la niebla compacta y leve sobre el río
telones de gasa cubrieron el puente, las islas.
Desde allí llamabas sin manos y sin voz
solo un perfil alentando el secreto
en el ritual de un domingo de mañana.
Sin conocerte avanzo expuesta a esa luz blanda y húmeda
abandonada toda defensa busco tu imagen, tu palabra
y desde la orilla que me retiene ruego
que no sea cierto el perro lanudo, husmeante
los vidrios rotos
los desperdicios
ni siquiera el chasquido de las olas
ni la bandada de largos picos
que el hombre en medio de los charcos
no sabe, no puede nombrar.
Solo vos, entreabierto llamando.
Del libro “Río de paso” de
Antonia B. Taleti -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
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