martes, 29 de noviembre de 2016

AQUÍ


Aquí
el viento sopla caliente
la luz no amaina nunca
y breve es la noche
también calurosa
El calor hace abrir nuestras puertas
desnudarnos
respirar por la boca
ahogarnos
Nuestras casas
no son nidos agradables
Bajo este sol quemamos
la poca grasa que nos queda
Por eso no somos alegres
sino ásperos
Cuando llega el atardecer
un crepúsculo
ilumina las copas de las ceibas
Luego llega el anochecer
también caluroso
Con la brisa
se va el día
abanicando adioses

Del libro Poemas de la Angostura de NÉSTOR ROJAS -Venezuela-

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