Mi agonía no es la suya,
amor mío.
Yo me preocupo por usted.
Usted se preocupa por nosotros.
¿Qué de bueno hay en eso?
A usted le angustia nuestro futuro,
eso no es amor,
amor mío.
A mí me preocupa su bienestar.
Usted vive imaginando
los peores escenarios.
Yo vivo pensando en las cosas buenas
que podrían sucederle.
¿Cuál es la diferencia entre su amor
y el mío?
Usted se preocupa por usted
y por mí.
Yo solo me preocupo por usted.
Porque mientras se encuentre bien.
Mientras sonría,
aunque no sea yo el motivo de su dicha.
Mientras viva
y respire el aire que le llene.
Yo, querido compañero,
estaré más que feliz.
Porque su alegría lo es todo para mí.
Porque una lágrima suya
me arrebata el aliento;
y no me deja vivir.
Porque mis sentimientos hacia usted
son infinitos.
sin egoísmos…
y, aunque me gustaría ser yo su deleite;
si usted decide dejarme;
mi buena suerte se marcha
con usted.
Simplemente,
porque es usted mi buena suerte.
Del libro Más que el temblor de Emy Torrealba -Venezuela-
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