LA MUECA DE UNA SONRISA

Se despertó la Luna,
con sabor amargura.
Con lágrimas en sus ojos,
por sentir mis llantos.
Bajo la luna de la vida,
se extendió un velo de agonía;
De decisiones amargas,
y continuos silencios.
Al amanecer de aquel día,
se nubló mi entendimiento,
me deje arrastrar por los miedos
por voces en las noches llenas de dudas.
Zarpó la nave de mi alegría,
cómo un suspiro colgado en el viento.
Y me dejó con un dolor
enorme y un gran vacío en el pecho.
Pero hoy, puedo gritar de nuevo,
gritar de alegría por haber superado el miedo.
Por sentir la vida, como se siente un verso,
y en cada paso que doy, nace una flor de nuevo.
Mis sonrisas volvieron de aquel encierro,
y mi alma a desechado el miedo.
Hoy, soy una mujer nueva,
bella, por fuera y por dentro.

Olivia Cortes Rubio -Málaga-