La ciudad
arrebatadoramente brillante
se multiplica
en olores y siestas, en grillos y glicinas
fosforecente de historias
la infancia, el barrio,
esquina de libros y lapachos
musicalidad de la vida
tango y vino, café y pan caliente
amante prohibida
sueños pedaleando abrazos de locura y de sol
pasa el mundo por tu cuerpo
caliente
de cemento.
Beatriz Margarita Nantón -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor
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