jueves, 2 de abril de 2015

APREMIANTE


Siga el amor su curso, sin premura,
río perseverando en su viaje,
definido, no más, por el paisaje
que atraviesa, de cuna a sepultura.

El entorno decide su estructura,
su ritmo y expansión, y el engranaje
a que dos se someten, ya en salvaje
o en delicada acción; y así perdura.

Cada apremio de amante es nuevo paso
que el otro da hacia atrás, con el fracaso
acechando a la vuelta del recodo.

Encúmbrese tu espíritu sin prisa,
con alas, no de viento, mas de brisa,
que suavidad y tiempo ganan todo.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-

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