martes, 3 de marzo de 2015

UNA HISTORIA SIN FINAL


Esperando que llegues, aquí estoy sentada pacientemente, mirando como se aleja la tarde. Y veo distante la esperanza de verte un día, aún así sigo esperando tu llegada vida mía.

Muy dentro de mí, sé muy bien que nunca podré acariciar con mis ojos tu mirar, ni tus labios besar.

Pero te amo de más, no podré lograr olvidarte jamás.
Y sigo mirando cómo se aleja la tarde, no podré lograr la distancia menguar.
Sólo me queda esperar, y seguir engañando mi soñar.

Sigo mirando el vacío de mis pensamientos. Incomprensible ilusión, que se adueña de mí.
Sé muy dentro de mí que nunca vendrás, que no podré mirar tus ojos ni tus labios besar.

Aún sabiendo me vuelvo a engañar, mi amor muy pronto vendrá, de mí, no se alejará .
Así va pasando el tiempo, y mi vida menguando.

Cada día que pasa me va
dejando sus huellas, llegó la primavera y traté de alcanzar la brisa que traía,
pensando que tus besos me enviabas con ella.

¡La primavera y la brisa
ellas fueron quimeras!
Yo aquí mirando cómo se alejan.
Muy pronto llegó el otoño, a desnudar mi pena, y los gorriones también se alejaron, dejándome aún más desolada.

Llegó el invierno, arrogante sin compasión agrietando mi piel pero... aún sigo esperando tu mirar
pero lerdo se vuelve mi caminar, y el camino se ve lejano, sordo y ciego se disfraza el viento, dejando mi corazón sediento.

Algo en mí se fue perdiendo, olvidé recordar que no espera el tiempo, pasó sin avisar, dejándome sumida en cenizas. Por ti esperando, quedando allí ciegos mis ojos, viendo alejarse el tiempo, quedando sin escribir una historia sin final. Un poema desierto triste, sin rima sin versos, pero... Dejando de mi, de ti un gélido recuerdo.

Nery Ignacia Lopez Cubilla

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