Yo me imagino ser la cálida brisa que se posa en tus negros cabellos.
Adentrándome en tu enmarañada cabellera,
para luego dejar escapar mi lenguaje sonoro,
donde yo te digo mis quejas, antojos, y anhelos.
Yo me imagino ser el frío viento, que cuando te recorro,
tratas de abrazar mis encuentros.
Tú te estremeces de contento,
porque yo he llegado a ti fuerte y sediento.
Yo imagino ser el fuego
que hace cerrar tus bellos ojos,
quemando la fértil tierra de tu cuerpo y alma,
cuando de mi, tú pides con antojo.
Imagino ser una gota de agua que moja tu cuerpo,
me deslizo rápido entre tus recodos,
me alojo en cada curva, me adentro en tus pliegues.
Luego en puro amor, avanzar y caer,
deteniendo mi correr...
Alfonso Segovia -Estados Unidos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario