sábado, 28 de marzo de 2015

ENTRE DOS VIDAS


(A Paco de Lucía)

Se ha secado su fuente, se ha extinguido
con su guitarra…
Se los llevó la tierra, de repente…
Fue él perito de trastes y bordones;
gesto noble, serio, tez gitana,
-el chaleco negro y las mangas blancas-,
la mirada hacia adentro,
hacia la noche,
buscando el manantial del sentimiento,
donde la música hiere…
Ella fue entre sus manos pregonera
del flamenco, brisa ambos,
levante desgranado.
Como si ella en su caja, recostada
contra su pecho,
custodiase los mares del Estrecho
y él, pincel de las cuerdas, les cantara.
Nos dejan el tacto claro de sus notas,
un torrente de cristal,
esas gotas que al hielo el sol arranca.
Paco era, de Lucía le llamaban,
se lo llevó la tierra
bajo su grama, a él que habría nacido
entre los dos mares: Entre dos aguas,
unidos su cuerpo y el de una guitarra.
Y la gélida muerte,
hachazo ignaro de músicas y almas,
ha querido enterrarlos separados...
No sabe que entre esos cuerpos latía
un solo corazón: España.

Leopoldo Espínola (Alanís, Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 25

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