miércoles, 4 de marzo de 2015

EDUCACIÓN


Te quedas compungido con el pasmo,
la dureza en su rostro es duro acero,
sin vergüenza practican el sarcasmo,
cogiéndote lo tuyo... al descuidero.

Se toman como propio, siendo tuyo
y etiquetan tu poema, a sus amigos...
en un comportamiento de capullo,
que obligan a ponerlo, de enemigo.

Te saturan el muro de etiquetas,
sin la más elemental, urbanidad,
forzando les envíes a hacer puñetas,
haciéndote perder... la dignidad.

Soliciten permiso al compañero,
un detalle, sin coste de dinero.

José Salas

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