Llama temblorosa de vela encendida
que baila radiante arpegios de luna.
Arrebol de mejillas, esmeraldas ígneas
que ríen gozosas al son de tu brisa.
Bandada de flores, almizcle en mi pelo,
guirnalda de soles en mi firmamento.
Corales unidos, delirio de bocas
danzando al compás de lenguas airosas.
Mi corona de oro de casta doncella,
miscelánea es de hierro y clemencia.
Gotas de rubí fluyen por mis venas
y por nuestras sábanas la lava nos quema.
Ay, lucero mío, mi sangre te di
y en compensa espero tu amor para mí.
Dulce mar de sombras, espera a la aurora
y que el nuevo día me funda en tu aroma.
Alazán de bronce, galopa sin miedo
y exclama el te quiero que espera mi vida.
Honor mancillado, pero tu mujer,
la estrella prendida en nuestro querer.
Maria Oreto Martínez Sanchis
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