Soy trovador y camino errante,
los vientos gélidos del norte helados
me susurran al oído encantados
te busqué en mis sueños soy tu amante
Eres tú mi musa mi después, mi ante.
Tierra bendita de dioses amados,
de viñedos y olivos perfumados,
de guitarra doliente, duende y cante.
Errante soy, mas tú eres mi meta,
mi Sol, mi luna, mi vida colmada.
Te necesito como agua a la fuente.
Y tu cielo guiará mi cometa
y feliz estoy, noche alborada.
Dormiré en tu regazo eternamente.
Rosa Ordóñez Martín -Estepona-
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