mágicamente captadas por Olimpia,
bajo un calor sofocante
que ni los abanicos mitigaban
los versos y las canciones
de indocentes e invitados
fueron fluyendo como el agua
cristalina de una fuente.
Sin pausa y tras el parto
los poetas indocentes desgranaron
sus versos jocosos o serios
alargándose la velada
en la librería Alejandría
hasta casi la medianoche
con unos cantes de EA.
De nuevo un muy poético acto
de un grupo de indocentes gaditanos
que se sintieron a gusto
recitando sus versos en un puerto
tan libresco como Alejandría.
Estimado José Luis:
ResponderEliminarGracias por compartir el blog. Lo encuentro prolijo y cuidado, con una interesante selección de textos.
Recibe un saludo cordial y mis deseos que estés muy bien
Analía Pascaner