Ser mujer es rimar lo imposible.
Es resistir el fin que se nos impone,
protestando en nombre del corazón
que esta tan oprimido.
Ser mujer es estar por delante de la pelea.
Es vociferar a los autores de los males
infligidos a las Marías arrojadas a la hoguera.
Ser mujer es irradiar la poesía secular.
Es caminar en el cielo de las edades
exultando a las Marías en nuestros mirar.
Ser mujer es ser fuerte cuando es frágil.
Es reconocer que el dolor nos hace dudar,
pero de ninguna manera sucumbir al naufragio.
Ser mujer es sacudir el universo con un soplo.
Es revelar la intrincada grandeza en cada verso
repetido por el poema tarareado por nuestro gozo.
Ser mujer es dejar atrás el pasado opresor.
Jeane Tertuliano -Brasil-
Publicado en el libro Siempre iluminadas nunca olvidadas
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