No te besaré, ni rosaré tus labios,
varios días.
Mis labios deseosos esperan,
sedientos de tus besos,
esperando el día.
Me estoy preparando,
ordenando mis caricias
mejoradas para ti.
Mis besos a la distancia
se acercan sigilosos
esperando repetir
los besos que te di.
Allí posaré la sutil dulzura,
la desesperada ternura,
plasmada en los besos guardados.
Se posaran pronto,
saciando la sed de tu boca.
¡Cómo me provoca!
Y para mí bendita alegría,
ya pasaron quince días.
En el día del amor
se cumple mi cuarentena.
Delfín Giraldo
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