miércoles, 17 de octubre de 2018

DESEOS ENMASCARADOS.


Sentí la lluvia de tus manos
en tus reclamos, besé tus labios
en tus celos sensuales, toqué
en tus suspiros la cintura de seda
pretensiosa, deslicé la mirada
en el deseo vestido de enojo,
entonces, fui volcán ante tu pecho
erizado, río caudaloso frente
a tu pensamiento diseñado,
ave suelta cazando tus hombros
con garras de ganas, brisa
punzante azotando tus encantos.

Sentiste el aire azotando
en mi consuelo, sin fuerza
desabotonó la blusa del juego,
cayó la elegancia y brotó
la desnuda guerra, sin armas
caímos vencidos en la batalla
de las caricias, rendidos ante
deseos ciegos fuimos piel a piel
en la jungla de los besos,
tus manos tizones quemando
mi espalda, mis dedos hielo
apagando el incendio entre
tus piernas inquietas, víctima
y victimario ganando la pelea
de cuerpos en un solo aliento.

Sentimos el fuego naciendo
en el roce de miradas ardientes,
silencios ahogando los gritos
en gargantas gimiendo, palabras
sin lógica dejando al descubierto
el placentero encuentro y con ironía
besamos el abrazo ingenuo con
un te amo aquietando la tormenta,
vaya dilema sin respuesta, deseos
enmarcados cobrándose la deuda
del romance con fiereza,
amándonos en la cama de la guerra.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-

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