martes, 3 de julio de 2018

ROZANDO EL ALIENTO


Perseguí la huella de tu sonrisa
matutina, huía escondiéndose
en la ausencia planeada,
interrumpía el silencio con su
pícaro grito seduciendo, vestía
de elegancia en el recuerdo
con ojos abiertos, desnudo
está cuando los cierro,
inhalando tu aroma sonreía,
exhalando te deseaba, con manos
abiertas te acariciaba en el viento,
cerradas tocaba tu alma.

Deshojé las palabras que
volaban en la almohada,
despintadas eran ganas,
deseos trasparentes maquillados
de cordura, el verano reprimido
en el frío del invierno, besos
derretidos en el calor de los
sueños, empapados de aromas
exquisitas e intrigantes, anzuelo
perfecto donde quedamos
ensartados en un mismo deseo.

Desvestí los silencio encontrando
mil anhelos, cada uno reclamaba
caricias delinquiendo en la piel
sedienta, lluvia tempestuosa
de abrazos sin rumbos, bocas
insolentes con el arte de besos
llenos de romance, picardía con
permiso de tocar y rozar el aliento, amándonos con hambre de
tantos inviernos.

Luis Emilio Tiguila Robles -Guatemala-

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