jueves, 12 de julio de 2018

AMOR DE ALTURA


quintillas

Si así dispuso el cielo
que, en su bendito suelo,
 pudiera amarte
 para ser mi consuelo:
 ¡Nada ya puedo negarte!

Corazón, alma, vida
de amor prendida
que sólo placer requiere,
y pasión encendida
de dicha que nunca muere.

Ay, amor, que por ti vivo
y día a día recibo
la hoguera de pasión
en la que, cautivo,
arde vivo mi corazón:

¡Soy feliz al verte!
…y enemigo de la muerte
me devuelves tú la vida,
de tal suerte,
que a la tuya va unida.

Flor del paraíso
que el cielo quiso
que yo viera
y haciendo caso omiso,
al verla, la cogiera:
 
¡Ay de sonrisa
que tan deprisa
enamora!...
En su boca se divisa
el Edén donde ella mora.

Cuánto gozo recibí
del cáliz que con ansia bebí
cuanto placer me dio…
¡Pasión con la que viví
y ella correspondió!

Hoy te hago mía;
¡cómo cada día!,
…que mi corazón te siente
y en eterna letanía
su latir sigue impaciente.

Soy velero y viento;
ascua de fuego lento.
De la cumbre,… nieve
de alud en movimiento
que por amor se mueve.

Busco en ti el sueño
que me haga dueño
de tanta fortuna,
en este mundo pequeño
del que, tú, eres su luna.

Si angustia es la ausencia,
locura es tu presencia
que a duras penas contengo,
reo en mi demencia
del amor que de ti retengo:

¡Amor de alto vuelo
que, en el deshielo
de tus cumbres,
rozas el cielo
 con el que me cubres.

Paco Aguilar i Espada

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