DE COLOR COMO LA VIDA

Te pinté los ojos para ver nuestra puesta de sol.
Te pedí un beso,
Y no me diste uno, sino dos.
Te pinté los labios encarnados
para ese beso que me darás con pasión.
Caminamos tan cerca del cielo que fuimos dioses por diez minutos, fueron los diez minutos más intensos que he vivido yo.
Te pregunté si me querías y me dijistes que no...
Que no es igual querer que amar.
Querer es un deseo.
Amar se siente desde el interior.
¡Por eso te amo!
Porque estás aquí revoloteando como mariposas en mi cajón.
Fui yo quien pintó los últimos rayos de sol...
El mar de color zarco
y el cielo lo pinté de carmesí.
Los pinté para ti,
para nuestro atardecer.
Porque no existe mayor felicidad
que sentir...
Que la vida...
¡La pintas tú!

Manuel Franco Garcia