Adornabas tu pelo
un ramillete, de amapolas, margaritas
colgando de tu negra melena
debajo del sombrero caído
levemente
La plaza era tu cintura fresca
muchacha de Abril
un temblor de junco verde
mecido por el aire cálido
la sangre alborozada
sonrosada mejilla
cual dama de Rubens
palomas zureando
junto a la fuente blanca
azahar, en sus ondas;
era amable la vida
entonces
Y la gloria sentir
Abril por la piel
adherido a los labios
siempre esperando
el alba nueva, de tu boca
la tibia emoción
de tu abrazo
la luna llena
rodando por tus hombros desnudos
sombra de tu sueño, Abril
PACO MATEOS
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