sábado, 23 de junio de 2018

COGITO, ERGO SUM. O LA DUDA METÓDICA


Descartes, con su duda, puso a prueba
la espléndida sapiencia del pasado.
Llenó de tachaduras el legado
e hizo en el borrón la cuenta nueva.

Dudó del corazón, de Adán y Eva,
de Ulfilas, de Platón, del vino aguado.
Y puso en el montón lo más sagrado:
Espacio y aire y fuego y agua y gleba.

Mas fue la misma duda, su manceba,
aquella que, extremando en lo dudado,
le hizo proferir: “pensar me es dado”.

“Existo” -concluyó-, “como lo aprueba
el no poder dudar de lo sobrado.
De aquí vendrá la luz: estoy preñado”.

Del libro Vientos de soledad de Mariano Estrada

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