sábado, 23 de junio de 2018

VIAJE EN EL TIEMPO DE ESPERANZA PATERNAL


En nuestro tiempo propicio,
de desánimo, frustración y desolación.
Cuando la playa está vacía
y las compañías se han
marchado a lejanía de la senda.

Cuando la apariencia es la derrota,
surge la oportunidad de la vida
de un papá en sus soles y lunas.
¡La esperanza paternal se respira!

Se planea un universo nuevo,
con rosas y espinas,
Las rosas animan a avanzar
en los procesos de la vida.

Los procesos se adecuan
en la nueva senda.
Con esperanza y alegría.
Para un despertar de sabiduría.

Con la satisfacción de haber
cumplido en la terea ardua
de la paternidad esperanzadora.
¡Gracias a la vida por aceptar
mi esperanza y libertad!

Muchos se pavonean,
con el trabajo hecho realidad,
de un padre que apoyo cuando
la contingencia y la necesidad lo pedían.

Pero ahora se ufanan de tareas,
que no realizaron en lo oportuno
del tiempo y crecen sobre los hombros
de la perseverancia paternal.

Tomando los frutos de la cosecha,
que jamás se surcara y sembrara.
Se pavonean y sacan pecho,
de los seres construidos.

Claro por un padre educador,
que jamás los abandono,
les enseñó, educó
y amó con valor.

Así quieran cambiar
sus vidas, quedará en la memoria,
las obras hechas vida por su papá,
en sus actuaciones y vivencia.

Las décadas de dedicación paternal,
son la evidencia en su vida,
de ser personas buenas
y con procesos de vida de halagar.

En este viaje en el tiempo paternal,
La esperanza es que la descendencia,
que aguarda de mis hijos,
será de lo real maravilloso.

Las metas a superar,
que sean seres agradecidos
con la vida.
¡honrar a papá y mamá!

Un ser agradecido es grandioso,
un ser que utiliza sin medida,
es oportunista pero a la vuelta
la vida le aprieta con fortaleza.

La esperanza es buena,
La alegría de respirar con una
descendencia agradecida es la meta
a surcar en la tierra prometida por la ascendencia.

¡Oh esperanza vierte la sabia
Sobre la descendencia justa!
Como luz por los ascendentes
que entregaron fueron buenos padres,
Hijos, hermanos y humanizadores.

Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-

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