miércoles, 21 de febrero de 2018

TE ECHO DE MENOS


La impaciencia me consume.
El reloj impasible marca mi piel
con su tic-tac casi imperceptible,
son muchos los segundos que llevo sin ver
tus ojos fijarse en mí sin hablar,
o decirme un te quiero que haga
sonreír a mi alma y desbocarse el corazón.
¿Sabes? La soledad enciende mi calma,
se vuelve noche oscura de sentimientos.
¡Te echo tanto de menos, mi vida!
Hoy, hasta el sol me saludó perezoso.
Miré al horizonte y una nube caprichosa
ocultó la inmensidad de mi valle.
Pronto volverás con los labios llenos
de nuevas caricias sin estrenar,
para que yo los saboree al abrazarte
y, abrigarme con tu calor de nuevo.
Pero no puedo evitar este desconsuelo
que excita mi alma y deja hipnotizado mi cuerpo,
¡Te echo tanto de menos, mi vida!
Que si no existieras, te inventaría,
para quedar exhausta de caricias nuevas;
esas que hacen que mi vida… tenga razón de ser

Juana Campos Cortés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario