lunes, 26 de diciembre de 2016

DONADOR DE ESPERMAS


Los vitrales estaban empañados
la mercancía, yacía de polvo y de fugas.

El aire, jugaba al escondido con el sudor
Esperaba....

Miraba de reojo
el escaparate torcido.

...Decidí entrar

El olor que emanaba
era espantoso.

Como presenciar una muerte
en la hoguera.

El manubrio rió de manera estruendosa
al detenerse ante mis pies.

El miedo, sujetó mi boca
y ató mis rodillas.

Lo que desde afuera parecía hermoso
era agarrar por los cabellos y,
arrastrar por el suelo el alma.

De las columnas, salió un gnomo sin cabeza
y, se lanzaba con furia sobre mi cuerpo.

El único pie que poseía
estaba enganchado a una cadena pulposa.

Liberé tu memoria y tu pie, en cambio
me cediste dos diminutas piedras,
que cuidé con esmero.

Volví al lugar, para mostrarte los diamantes
que me regalaste.
...no estabas.

De aquel espacio
que conservo con pánico en el bolsillo.

No restan, ni cimientos de ruinas.

ELSA BÁEZ -República Dominicana-
Publicado en La Biblioteca

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