Exhalo con certeza
gorjeos al espacio
entre azulinas alas,
bañadas de pureza
en vuelo majestuoso,
cual cóndor liberado
emito en nívea voz,
mi ruego a la grandeza:
Perdónalos…
No saben…
No saben lo que hacen…
Raza de humanos,
¿Cuándo serán Humanos?
Son mis amados niños,
mis pequeñitos soles…
Son inocentes savias,
mis más amados seres…
Mis querubines blancos,
mis más preciados dones…
Son mis preciosos hijos,
de irrepetibles moldes.
Aún ignoran todo,
aún no saben nada,
quitar el velo duele,
desprender la ignorancia…
Humano mío…
Joya en primor,
especie altiva…
Corona de oro,
llama Divina…
¿Está cercano el día
de conquistar la cima?
¿Sienten el vértigo del molinillo
tocar sus vísceras
mientras gira,
cambiando el rumbo
de las acciones
al irradiarlas de compasiones?
El Amor flota
por los rincones.
El Amor colma
altos afanes.
Amor, que inspiras
las ilusiones
gentil despierta
sus corazones…
Oleada de afecto
incondicional,
anega la palabra
en su mar de saliva.
Tributo a la vida,
fíltrate en sus aires.
Paz definitiva,
rige sus afanes.
Clamor de ternura
entreteje loas
mantos finos de flores,
entona mil plegarias.
Ataviados con telas
de la delicadeza
mis brazos enlazan
a todas las especies:
Son mis venados,
son mis leopardos…
Mis guacamayas,
mis colibríes…
Son mis higueras,
mis altos cedros…
Son mis baobabs
y mis alhelíes…
Sagrados todos.
Mas son los hombres,
mis apreciados…
La gloria esperan,
encapullados…
Ya están a punto
de renacer,
hacia altas brisas
de sensatez.
Hijos, retoños… Hijitos míos
¿Ven el absurdo disimulado,
que va en la guerra uniformado?
¿Captan sagaces el manipuleo,
que anda en los medios enmascarado?
¿Ven en política la gran urgencia,
de realizar la meritocracia?
¿Y queda claro que es el dinero
una falacia empapelada?
El Saber danza
entre tambores.
El Saber llena
las decisiones.
Saber, que influyes
las creaciones
cordial transforma
sus conexiones…
Candor de tribu
en inocencia
completa el rumbo
con inteligencia.
Piedad por la tierra,
cubre las ciudades
Fuego responsable,
prende sus acciones.
Paciencia de tortuga,
maduras los frutos,
los ojos ya despiertos
esperan serenos,
siembra el suelo fértil
con granos de tributo
a la sabiduría heredada
por todos los ancestros.
Son mis corales,
y mis delfines…
Mis regias águilas
y mis gusanos…
Son mis lagunas,
y mis pantanos…
Son mis montañas
y son mis prados…
Sagrados todos.
Mas son mujeres
mis elegidas…
Benditos vientres
que portan vida,
sus manos santas
de creación,
sus bailes crean
consagración
Hijas, Divinas…
Hijitas mías
¿Ven el poder de mejorar,
en un corazón bien dirigido?
¿Miran completa la educación
cuando incluyen la compasión?
¿Descubren yerros en religión,
si advierten como es Sagrado todo?
¿Merece todo veneración?
El Poder emerge
entre las flores.
El Poder cambia
a aires mejores.
Poder, que instruyes
en compasiones
sutil irrumpe
en sus tradiciones…
Torrente lúcido
de entendimiento
arranca burkas
con discernimiento
Dignidad femenina,
siembra los trayectos
Integridad masculina,
protege los frutos.
Súplica de albo cisne,
nada entre la nada
generosa oración,
¿Podrá ser escuchada?
El candor en tus plumas,
es esencia de ángeles,
aboga por el mundo
y por sus tripulantes.
Son mis gacelas,
mis caracoles…
Mis alboradas
y atardeceres…
Son mis lloviznas
y son mis vientos…
Son mis riachuelos
y mis desiertos…
Sagrados todos.
Niños y jóvenes
mis más amados,
brilla confianza
en sus luceros,
en sus caritas sutil perfume
huele al prodigio
de días mejores.
Mis pequeñitas
y pequeñitos…
La luz de Dios
se encuentra intacta…
Mis Divinitos
y Divinitas
en sus pasitos
la Tierra es Santa.
¿Serán capaces
de liberarse?
¿De armonizarse?
¿De completarse?
¿Es una farsa la ola de moda?
¿Ven el espíritu de rapiña,
cuando subyuga la tecnología?
¿Ven estimable leer los libros,
y poner en alto el Conocimiento?
¿Ven lo valioso de los recursos,
y como invaluable el recurso interno?
Amor de Genios,
Poder de Santos,
Saber de Artistas
Sentir de Sabios
Y Ser de Humanos…
Raudal inmenso
de bendiciones
llena los griales
de sus corazones.
Gratitud en lluvia,
empapa su canto.
Sopa de Abundancia,
colma su apetito.
Son sus cosechas,
son sus emporios…
Sus sinfonías,
son sus inventos…
Sus esculturas,
son sus pinturas…
Sus partituras
y son sus cuentos...
Al cabo míos,
al cabo nuestros…
Sagrados todos.
Mi núcleo ígneo
arrasa ardiente
quema crueldades
de la inconsciencia
calcina, incendia,
devora errores
de las cenizas
surge belleza.
Lanzo mi súplica al espacio.
Lanzo el clamor
al firmamento.
Aún hay tiempo…
Mas falta poco…
Aún mis cielos
reflejan limpios
el primer rayo
de la mañana.
Aún mis aguas
se encuentran claras
nimia es la ola
contaminada.
Aún el fulgor
de la esperanza
alumbra esquinas
con luz del cambio.
Aún hay especies
multicolores
son más las vivas
que las extintas.
Aún mi esencia
no está ultrajada
aunque me duele,
voy lastimada...
Ya falta poco… Aún hay tiempo…
¡Por Dios despierten!,
¡Por Dios recuerden!
Es su linaje de origen cósmico.
Los tsunamis y tempestades
las epidemias y terremotos
limpian ciudades y arrasan pueblos,
en las oleadas lanzo en reflejo
la somnolencia de humano olvido
lanzo mi ruego, porque recuerden.
Así mi rezo vire el meteoro
y el finiquito se vuelva lerdo.
Pido, suplico…
Imploro en lamento.
apiádate, conduélete,
protégenos Grandeza…
Viajo preñada… Viajo preñada…
La nueva raza cargo en mi entraña…
Su padre el sol nos acompaña…
Del libro Anhelhadas de AMARANTA MADRIGAL -México-
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