Que no me vea nadie, que nadie sospeche
hacia cuáles espacios me arrojo temblando.
Un Ser inhumano me espera.
Un Ser más que humano me espera.
El más humano de los seres me aguarda.
Un Daimon re/conoce mi esencia.
Junto a sí me guarda en los pliegues
de su desnudo plumaje de cisne.
Un Deus sin nombre y sin forma,
un dios de mil formas y nombres,
su caricia y su abismo, el deseo.
Que no me siga nadie, que nadie
sepa lo que hacemos cuando nos encontramos.
Del libro El jubilado de
Alfredo Villanueva Collado -Estados Unidos-
Publicado en Editorial Alebrijes
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