ROTO el hilo de voz que nombra y ata,
el mundo cae despacio,
y en su disolución
arrastra curvas
y esferas harapientas,
ángulos quebrados en sollozo,
huidas de pies y manos carcomidas,
ventanas desatadas en ráfagas de fuga.
Animales ciegos respiran en la pausa.
Las formas del silencio se alimentan de escombros.
Dora Hoffmann -Argentina- De " Los habitantes de la memoria"
Publicado en la revista Poesía del mondongo.
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