Sabes a mañanas de delicados aromas,
a destellos de luz extraviados
en lo profundo del rocío matinal;
Sabes a labios cerrados
con la yema de mis dedos,
al canto del agua
que brota de un olvidado manantial
y se sumerge en la inmensidad de tu piel,
siempre tan distante, tan soñada…
Sabes a néctar, a sabia, al verde de las hojas
que se mecen con el paso de la sombra de la vida.
Hoy sabes a amor,
a espejo, a dos almas encontradas como
un galardón esperado,
y la lluvia… la lluvia siempre testiga
de tu silueta y de tu cabello,
como auroras sublimes.
Podría decir que mañana
sabrás a recuerdo,
a un sueño de jardines sicodélicos,
pero
tu nunca sabías, tus ojos nunca sabían,
siempre son, y tu voz nunca fue,
siempre es,
como un canto de paraísos desérticos
o estas líneas ¡o la nada!
Del libro El faro desnudo de
OMAR GARZÓN PINTO –Colombia-
Excelente poema!
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