sábado, 12 de enero de 2013

COMO UNA ETERNA HOGUERA


De este tibio crepúsculo sin luna huye la sombra en ancas del rocío.
Toda la luz anuncia sus orígenes,
intuye filamentos ambarinos,
se espereza en bostezos interiores.
Llega el amanecer,
pausa y sigilo,
batalla contra réquiems de silencio,
se obstina en recorrer las desnudeces y agotado de grillos insurrectos,
enhebra su desvelo de rincones.
Ejércitos de luz liberan,
ebrios,
tumultos de un azul decapitado que en la brecha sutil de las persianas esboza,
con sus vuelos interinos,
los despojos compactos de la noche.
Y yo observo tu rostro,
tan distante,
prisionero de muertes transitorias,
de muertes momentáneas,
pasajeras,
de efímeras cavernas carcelarias donde sucede el resplandor del hombre,
donde ocurre,
por siempre,
para siempre,
la cíclica condena a su osadía,
su mito de dolor encadenado al peñón y los picos y las garras y puñados de agudos estertores.
Despertar a tu lado cuando el día abdica a las esferas del misterio
es como renacer de las arcillas,
es regresar a espiras turbulentas,
a la esencia primaria de los soles,
a aquella eterna hoguera donde el alma inicia su estatura de tributo
cultivando entre surcos infinitos y desnudas parcelas y planicies,
sus doradas semillas de horizontes.
Despertar a tu lado cuando el alba nos escoge herederos de su lumbre es abrevar a sueños desvalidos
y aguardar la inquietud bajo tus párpados para saber quién soy,
cuando me nombres.

Del libro A espaldas del silencio de NORMA SEGADES-MANIAS
Publicado en la Editorial Alebrijes

No hay comentarios:

Publicar un comentario