SINFONÍA
Armó magistralmente
La partitura rota de mi alma
Y entonó en el diapasón
De mi cuerpo
Las más nítidas
Notas de amor.
Me acunó, me acurrucó,
Renací en sus brazos
Ocasionó el deshielo
Y recibió la lava ardiente
Se hizo el terrateniente
De toda la geografía
De mi frágil ser
Una mañana partió
Arrancando pedazos
De la partitura
Desafinando el encordado
Cubriendo de hielo la cima,
Hielo que se diluye
A través de mis ojos
Me ataré al hilo de Ariadna
Sondearé el espacio
Para poder regresar viva
Del insondable abismo
De su cuerpo
Y de su corazón inasible
YOLANDA ÁLVAREZ MARTÍNEZ
viernes, 1 de julio de 2011
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