MIMETISMOA UN ÓLEO DE Mª JOSÉ BERMÚDEZ
En el árbol que ha perdido
su verde vestido,
una mujer,
de cuerpo leñoso,
de pechos turgentes,
con los brazos en cruz
y una pierna coquetamente doblada,
se confunde con la desnuda
rama donde se posa,
al tiempo que sus ojos,
que no miran al sol,
se empapan con los colores
de un espléndido atardecer.
Su cabello y toda ella,
sorprendentemente,
contemplada atentamente,
está unida al tronco
no siendo independiente
sino una parte más del árbol.
JOSÉ LUIS RUBIO
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