martes, 19 de julio de 2011

POEMA

No a la blanda molicie de las tardes,
ni a la inacción estéril de la calma,
ni a la nostalgia de una voz sedante,
que atan la voluntad y la degradan.

Quiero la vibración de la mañana
donde la vida, alegre se rehace,
donde la luz como una fuerza mansa
robustece la mente y la contrae.

La eternidad de los silencios graves
falte para mis horas, y el fragante
callar de los reposos se desangre.

Vibren para mis días las campanas
que crean los minutos y desatan
la juventud de las canciones blancas.

Del libro Álamos en el agua de PEDRO BARBÉ AGUIRRE
San Nicolás de los Arroyos -Argentina-

No hay comentarios:

Publicar un comentario