sábado, 30 de julio de 2011

POEMA



EN EL MIRADOR
A UN ÓLEO DE IGNACIO A. CASTRO

Entre sus piernas, que lo mismo,
danzan o saltan,
se ve una ciudad azul,
que quizás duerme,
que quizás empieza a despertar.

Sus largas piernas,
que quizás danzan,
sobre el mirador
de alineadas losas,
quizás saltan,
para escapar del azul,
se cubren
con un pantalón amarillo,
gastado en las rodillas,
que desafían toda superstición.

JOSÉ LUIS RUBIO

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