NADA
No, no digas nada.
Deja que fluya tu sentir
Que sea tu aroma el verso
Que hable para mí.
Pero, no digas nada.
No inundes pensamientos
No insistas más con tu mirada
Deja un hilo de silencio
Para que pueda ya cantar ya llorar
El vuelo de la palabra negada.
No, no digas nada,
Mira que ya no puedo
Con tanto fuego que arde en tu mirada
Con tanto no sé, no sé
De la duda cultivada.
Deja que sople el viento y
Refresque el sentimiento
del verde intenso
que palpita entre los dos.
Nada, nada. No digas nada.
VILMA GRACIELA MARTÍNEZ RIVERA
viernes, 8 de julio de 2011
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