Rosa ámbar de mil quereres
tienes una belleza particular;
dueña de todos mis verteres,
en tu corazón quiero pulular
Cómo remediar que te ame
si tu eres el motivo de vida;
tu mirada mi corazón oprime,
pero la razón vive encendida
Tienes una sonrisa blanca
como la seda enjambrada
que luce en la noche franca
lista para la caricia afelpada
Belleza de procedencia pura
mi latir transita en una locura,
porque siente que te adora
entonces, unámonos ahora
Manjar versado entre aromas,
mis letras exaltan a tu nobleza
pero también a tu oda belleza,
y sueño en anclar en tus formas.
Nelson Lenin Aguinaga Ortiz
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