viernes, 9 de agosto de 2019
EN ALGÚN LUGAR DE LA MANCHA
En algún lugar de la mancha, a Cervantes, me cruce,
junto a su leal Sancho Panza, amigo escudero fiel,
y galopando con Rocinante, su hermoso corcel,
que en silencio, junto al viento, a escucharlo, me encauce.
Fui gran soldado, novelistas, dramaturgo y poeta,
en Lepanto, luchando fieramente, mi mano hirieron,
y el Manco de Lepanto, por sobrenombre me pusieron,
desde entonces, escribir, una gran libro, fue mi meta.
En la Cárcel Real de Sevilla, engendré a Don Quijote,
Y busque a mí amada Dulcinea, al salir del barrote,
fui luchando, contra los Molinos del viento, muy brioso,
buscando a mi Doncella amada, Dulcinea del Toboso.
En mil aventuras nos anduvimos, yo y mi noble amigo,
y quizás, algunas fueron malas, pero otra fue ganada,
pero continúe luchando, buscando a mi doncella amada.
Con tristeza la muerte me tomo, la cordura regreso,
mi amada Dulcinea, en mi corazón ella se quedó,
sigo luchando contra los gigantes, rezando mi credo,
… fue pasando la fuerte brisa, en un lugar de la Mancha
y al mirar al cielo, entre el gigante molino del viento,
me despedí de Don Miguel de Cervantes y su gran Talento.
Jesús I. Páez -Venezuela-
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