Adiós, adiós... recuerdo lejano
de una lejana aldea,
entre olivos y viñedos,
entre un mar tortuoso y
fríos inviernos...
Quedaron enterrados
nubes de recuerdos,
en las piedras coloridas
de playas somnolientas.
De barcos rutilantes,
que miran ojos asombrados.
Y piensas: partir... partir
Mientras el sol de la tarde
se rompe, detrás de las olas,
en un horizonte lejano
MARÍA ISABEL RAGOUT
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