SIN ANTEOJOS

No puedo leer aquellos versos que me escribiste.
Cuando la primavera
danzaba su juventud
traviesa y loca.

Cuando bastaba
un roce de tus manos,
para sentirme tuya.
Cuando me reflejaba en,
el brillo de tus ojos.

Y tus versos acariciaban
mi alma para dejar de ser niña para ser mujer enamorada.
Y el mundo no me importaba.

Porque tú estabas conmigo, que nos pasó
¿Me pregunto?
Que tomamos distintos
rumbos.

Para que hoy en mi otoño recordarte como si,
fuera ayer.
Aquel amor que nos tuvimos.

Sin anteojos no puedo
leer aquellos versos
amarillentos por el tiempo.
¡Que guarde como un tesoro!

A pesar del tiempo aún miro tu rostro sonriendo,
me acompaña en mis noches frías.
Y te envió besos infinitos.

Que sé en algún lugar
del planeta estarás amando a otra,
mientras yo estoy aquí
recordándote.

Añorando aquellos tiempos de ilusión
de amar sin tiempo.
Con promesas que quedaron ya desechas.

En aquel árbol gigante
¡Te amaré por siempre!
Quizás me recuerdes
soy aquella que mentía
para verte.

Soy aquella con la que soñaste despierto,
cuando con un beso pasamos a ser uno.
¿Que pecamos?...

¡Sí, y no me arrepiento!
Curiosidad y amor
mezcla perfecta para
amarnos como locos.
De ti solo me quedan
tus versos.

Que no puedo leerlos
sin anteojos,
y una escurridiza lágrima
sale traviesa al saber. ¡Qué no puedo volver aquellos tiempos!

Gina Fatima Mira Coloma -Ecuador-